1. “(…) Cabezudo, tal vez sin demasiada conciencia de ello, llevado por su segura intuición, síntoma inequívoco de los cabales creadores, realiza una conjunción entre un arte etéreo, pleno de imágenes alucinadas, con caballos que casi vuelan, o reducidos a imágenes fantasmales sumidos en una bruma que llega a convertirlos en apariciones mágicas, en irrealidades, como ocurre con lo mejor de la pintura tradicional china tradicional, y el despliegue de planos que multiplican la forma, acentuando el simultaneísmo perceptivo, al que nos tienen tan acostumbrados los medios masivos de comunicación, rasgos específicos de la cultura occidental. Se suman así dos medios expresivos contrapuestos para aludir complementándose a lo pasajero y transitorio del mundo concreto” María Luisa Torrens: “Metamorfosis del mundo”. Diario “El País” circa junio 1971
2. “Los efluvios cromáticos, el empleo reiterado de sutiles transparencias que desmaterializan las formas, la fluidez del arabesco en el dibujo, que dinamizan la estructura en lugar de aquietarla son todas vías que testimonian un desarrollo espiritual profundo y coherente.Sólo los auténticos pintores son capaces de lograr esa sublimación de la materia pictórica sorteando con felicidad el peligro, siempre acechante, de quedar atrapados en lo meramente formal, en el oficio.” María Luisa Torrens: “Metamorfosis del mundo”. Diario “El País” circa junio 1971
3. “La muestra de Cabezudo una vez más nos enfrenta a un pintor de primera línea y a la vez exhuma una potencia que permaneció inculta en la modalidad cultural uruguaya: la extrema sutileza de la sensibilidad.”María Luisa Torrens: “Compromiso para amantes del Arte”. Diario “El País” 25 de abril de 1974
4. “El arte nacional se erigió desde su surgimiento sobre los pilares de la austeridad en el decir y el control de las emociones. El impacto que produce la obra sutil de Cabezudo, más allá de los temas que trata, paisajes de su querida ciudad de Mercedes en su mayoría, está dado por la dimensión mágica que transmiten por el empleo inigualable de transparencias, a través de un color muy leve, con los que traduce una honda dimensión espiritual.”María Luisa Torrens: “Compromiso para amantes del Arte”. Diario “El País” 25 de abril de 1974
5. “(…) Las excelentes piezas que integran la exposición de la Galería Karlen Gugelmeier, nos presenta al artista en un tránsito de un neorromanticismo hacia el surrealismo.Con este paso, Cabezudo se incorpora positivamente a un movimiento generacional que marca una de las respuestas dadas por un calificado grupo de creadores a un entorno que se ha tornado inhóspito y desolador.Es muy significativo que el giro en la dirección estética vaya acompañado por una mutación en el tema: la visión surreal es concebida por Cabezudo no partiendo del paisaje sino del hombre. Y despliega su maestría ejemplar para diseñar con formas envolventes e ingrávidas el verdadero nudo gordiano en el que aquél se ve inmerso, mutilado, maniatado y ahogado”María Luisa Torrens: “Compromiso para amantes del Arte”. Diario “El País” 25 de abril de 1974
6. “Da rienda suelta (…) a una faceta inexplotada antes (la imaginación) y abre un ancho cauce al dramatismo. Sortea entonces el peligro de anclarse en un orden demasiado personal y subjetivo, desgajándose de la coyuntura histórica. Contribuye sin proponérselo, guiado únicamente por su intuición creadora, al develamiento de la identidad nacional.”María Luisa Torrens: “Compromiso para amantes del Arte”. Diario “El País” 25 de abril de 1974
7. “En el ‘Retrato’, obra magistral del conjunto, realiza una fina cpatación de la idiosincrasia nacional actual. El proceso eruptivo y volcánico de los últimos años que puso de manifiesto un nuevo rostro del país, antes resumido en la mansedumbre y el prolongado recodo de una fiesta interminable y feliz; y ahora el dolor, la tensión y el miedo que de pronto afloraron, queda resumido en ese universo que es una caja de Pandora, que puede abrirse en cualquier momento, detrás de la sonrisa de cada uruguayo.”María Luisa Torrens: “Compromiso para amantes del Arte”. Diario “El País” 25 de abril de 1974